¿Cómo proteger a nuestros hijos de las deudas cuando sean adultos?
Como muestra el Informe Europeo de pagos de los consumidores de 2022 de Intrum, uno de cada tres europeos siente que no recibió conocimientos suficientes sobre economía para poder gestionar libremente su dinero. Dos de cada tres padres desean dedicar tiempo a garantizar que sus hijos comprendan términos y principios financieros, ¿qué deberíamos hacer para ayudar a nuestros hijos a administrar su dinero cuando sean adultos?
Predicar con el ejemplo
Los niños aprenden más al observar el comportamiento de los adultos: sus padres. Si nosotros mismos somos consumidores responsables, es probable que nuestros hijos actúen de la misma manera a medida que crezcan.
Si hablamos abiertamente sobre economía a diario, hablamos sobre qué comprar y por qué, y somos abiertos sobre el coste de la vida, nuestros hijos entenderán que estos son temas importantes que deben discutirse en la familia y que las cuestiones de dinero son importantes. no un tabú.
Cuando el dinero se trata como un tema secreto e inapropiado, es más probable que surjan problemas financieros. La cuestión no es que los niños sepan cuánto ganamos, que se preocupen por los gastos o que participen en la toma de decisiones financieras del hogar. Se trata simplemente de demostrar que el dinero no es ilimitado y llega a nuestras vidas fruto del trabajo y el esfuerzo. Esto ayudará a enseñarles a pensar antes de gastar.
Los niños deberían ver que mantenemos un presupuesto familiar y aprender que no debemos gastar más dinero del que ganamos. Sin embargo, no queremos que los niños tengan miedo a las deudas. Deben saber que un préstamo o una tarjeta de crédito es una opción para una compra mayor planificada, pero pedir dinero prestado debe hacerse de manera responsable y consciente de las consecuencias de un retraso en el pago.
Hablar abiertamente sobre las consecuencias de tomar decisiones financieras imprudentes y endeudarse es tan importante como dar consejos "positivos" sobre cómo administrar tu presupuesto. No se trata de asustar a nuestros hijos, sino de darles la información apropiada para su edad. Por ejemplo, un niño de siete años no comprenderá las cuestiones complejas como las tasas de interés de un depósito bancario, pero comprenderá fácilmente el significado de ahorrar. A medida que nuestro hijo crece, podemosir ampliando con conceptos más complicados.
Dinero en metálico: ¿sí o no?
Una de las preguntas que se hacen los padres cuando quieren enseñar a sus hijos la importancia del dinero y del gasto responsable es si dar dinero de en metálico o no. Hay muchos partidarios de ambos enfoques. Los que están dispuestos a darlo se dividen entre los padres que piensan que el niño debe “ganárselo” haciendo recados sencillos en casa y los que piensan que el dineroen metálico se debe dar sin condiciones.
Darle dinero en metálico a un niño y cuánto darle es una decisión personal. Sin embargo, si un niño no tiene dinero a su disposición, aunque sea pequeñas cantidades, no aprenderá a gestionarlo adecuadamente a una edad temprana. Tampoco sabrán ahorrar, lo cual es una habilidad importante cuando se hagan adultos. Tener ahorros es un salvavidas cuando nos enfrentamos a gastos inesperados, perdemos parte de nuestros ingresos o nos quedamos temporalmente en desempleo.
Hucha: desarrollar un buen hábito de ahorro
El ahorro es un buen hábito financiero que los niños pueden practicar desde pequeños con una hucha.
Las recientes crisis financieras han demostrado que es más fácil para quienes ahorran regularmente y crean un colchón financiero sortear las tormentas económicas. Según la investigación de Intrum, hacer frente a gastos inesperados es la principal razón por la que los consumidores europeos ahorran dinero.
Las personas que no ahorran pueden sentir que tienen que hacer sacrificios y negarse a sí mismas para hacerlo. De hecho, no tiene por qué ser así. Lo más importante es la regularidad: reservar incluso pequeñas cantidades cada mes generará un fondo de ahorro más grande. Esta es la sabiduría que podemos transmitir a nuestros hijos. Un niño puede elegir algo para ahorrar, como un juguete. Aprenderán que la paciencia y la constancia tienen su recompensa.