24.06.2022
La inflación está limitando el crecimiento del 55% de las empresas españolas
Según la nueva edición del Informe Europeo de Pagos de Intrum, 5 de cada 10 compañías reconocen que no cuentan con la capacidad necesaria para gestionar el impacto de la subida tan significativa de precios en su negocio. 6 de cada 10 empresas españolas admiten que, debido a la inflación, cada vez les resulta más complicado pagar a sus proveedores. El 58% de las entidades está siendo más cauteloso con sus planes de gasto y endeudamiento por la subida de los tipos de interés.
En un contexto en el que una gran parte de las empresas todavía no se ha recuperado de los estragos de la crisis sanitaria, ha llegado un nuevo desafío que amenaza su viabilidad y flujo de caja: la inflación. Según la nueva edición del Informe Europeo de Pagos de Intrum 2022, presentada esta semana a nivel internacional, el 55% de las compañías españolas reconoce que esta problemática está limitando su capacidad para hacer crecer el negocio y aprovechar nuevas oportunidades.
Tal y como indica este estudio, que analiza la salud financiera y las previsiones económicas de las empresas de 29 países de toda Europa -entre ellos, España-, la razón principal de esta afirmación es que un 51% no cuenta con la experiencia y capacidad necesarias para gestionar correctamente el impacto de la inflación en su empresa.
No obstante, esta cifra sitúa a España en una posición destacada en Europa, ya que es el segundo país con menos organizaciones sin experiencia y capacidad para afrontar las consecuencias empresariales de la subida de precios. En concreto, estaríamos solo por debajo de Alemania (49%) y siete puntos mejor que la media europea (58%) y de otros mercados como Italia (60%), Francia (57%) y Reino Unido (54%). Las entidades que afirman tener menor capacidad para afrontar la inflación en sus negocios son las griegas (68%), las estonias (67%) y las suizas (66%).
Con la inflación, muchas empresas están viendo peligrar su margen de beneficios por la pérdida de clientes a causa del aumento del precio de sus propios productos, o por el incremento de sus costes empresariales. Una situación que, a su vez, repercute en dos de sus principales activos de valor: empleados y proveedores.
Según el informe de Intrum, el 54% de las organizaciones españolas reconoce no tener capacidad para satisfacer la demanda de subidas salariales de sus trabajadores ante la elevada tasa inflacionista. Además, el 61% sitúa a esta problemática como la razón principal de, en ocasiones, haberlo tenido difícil para pagar a tiempo a sus proveedores. Este porcentaje explicaría que el 76% de las compañías españolas indique haber recibido la petición de aceptar plazos de pago más largos.
La inflación tendrá un impacto directo en la capacidad de las empresas para afrontar sus pagos a tiempo, y por tanto el incremento de la morosidad, lo que supone un riesgo real para el crecimiento del entramado empresarial. Esto representa un enorme desafío para las compañías que deberán establecer, entre otras medidas, mecanismos para reducir los periodos de pago de sus clientesafirma José Luis Bellosta, Managing Director de Intrum en España
La subida de los tipos de interés, otra de las grandes preocupaciones
Junto a la subida de la inflación, otra de las grandes preocupaciones de las empresas españolas es la subida de los tipos de interés, que podría hacer que empresas y particulares en situación más vulnerable experimentaran mayores dificultades para hacer frente al pago de las deudas y, como resultado, ver limitados sus niveles de gasto.
Una situación de la que también son conscientes las compañías consultadas por Intrum, ya que, según esta nueva edición del Informe Europeo de Pagos 2022, casi 6 de cada 10 empresas (58%) están convencidas de que las tasas de interés aumentarán, lo que las está llevando a ser más cautelosas con sus planes inversión y gasto.
Las empresas españolas se sitúan en este aspecto un punto por encima de la media europea (59%), y en línea con otras economías como la italiana (58%). Por su parte, las empresas francesas y austríacas (65%) son las que se muestran más cautelosas respecto a sus planes de inversión y gasto ante la subida de tipos de interés, mientras que las compañías alemanas (55%) y griegas (52%) se muestran más confiadas.